No tengo el olfato muy fino, aunque sí cuando se comienza el trabajo en una ONG se percibe en el ambiente un aroma particular que condiciona, y mucho, los resultados de la entidad: la confianza.
Definimos la confianza como la expectativa acerca del comportamiento de otras personas. En una situación de incertidumbre de futuro, en la asunción de un riesgo, en tomar decisiones sobre un esfuerzo o compromiso personal… con mi conducta no basta, requiere la de otros, de «remar juntos».
Si lo que veo es desidia y falta de actitud, ¿Cuál será mi decisión? Si en cambio existe un espíritu combativo, una ilusión colectiva, un «vamos a conseguirlo!!! (Un Partido a partido ;))… Será más difícil empujar o dejar de hacerlo. Esto es la confianza… nosotros/as no somos ajenos/as a ello… ¿Qué hacemos para construirla o destruirla todos los días?
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